Volvemos a comenzar un nuevo curso escolar. Con la ilusión de volver a ver a nuestros compañeros y compañeras que aunque hace poco que estuvimos juntos, parece que haya pasado una eternidad. Hay muchas cosas que contar: del verano, de los sueños y proyectos que tenemos para este nuevo curso, esta nueva etapa que se nos plantea durante el año... Mil cosas que compartir: vivencias, consejos, trabajos, ...
En todo esto, participamos todos, no solo los niños y niñas, sino también los padres y el profesorado que estamos de una manera u otra a su lado. Cogiéndolos de la mano en multitud de ocasiones con el fin de que poco a poco ellos mismos se suelten y sepan asentar las bases para poder desarrollar esos sueños y metas que tienen en sus "cabecitas".
Es maravilloso ver cómo se hacen mayores, cómo poco a poco van madurando, desarrollando y realizando actitudes y aptitudes en las que en multitud de ocasiones se ve el reflejo de un trabajo hecho en equipo por todos los que rodeamos a nuestros niños.
Recuerdo que alguien me preguntó alguna vez porqué me hice maestra. La respuesta fue clara: se me permite que la vida renazca día a día con nuevas preguntas, ideas y amistades. Un arquitecto sabe que si construye con cuidado, su estructura puede permanecer por siglos. Un maestro sabe que si construye con amor y verdad, lo que construya durará para siempre. Soy maestra y doy gracias a Dios por eso todos los días.
Por todo ello, y a lo largo de este curso que comienza, ya se empieza a vislumbrar lo que es un curso escolar, con sus "dificultades", presiones, temores, ... pero también con sus recompensas: nuevas oportunidades, buscando y "despertando" talentos que en ocasiones yacen dormidos.
Agarrémonos todos de la mano y empecemos a llevar a cabo esos sueños, a despertar y a trabajar porque nuestros alumnos consigan esos logros que nos hemos propuesto.
Feliz curso escolar 2011 - 2012
Mari Ángeles Peñas
Profesora de Pedagogía Terapéutica